El Ozono en el agua
El caso particular del Ozono en el agua
El ozono se emplea frecuentemente en sistemas de tratamiento de agua, ya sea para potabilización, para eliminar colores y sabores no deseados, para precipitar metales disueltos, para tratar aguas residuales o para limpieza de torres de refrigeración contra la legionella, pero en este caso nos vamos a centrar en el uso del gas ozono mezclado con agua de riego y la diferenciación de sus cualidades en función de la carga de ozono añadida al agua de riego.
En concentraciones bajas, del orden de 0,4 a 2 ppm, cumple su misión de la desinfección del agua, puesto que el ozono no actúa sólo como desodorizante y oxidante de las sustancias orgánicas disueltas, sino también como desinfectante.
Aplicación en riego
El ozono debido a sus propiedades oxidantes, está considerado como uno de los agentes microbicidas más rápido y eficaz que se conoce.
No contamina ni deja residuos tras su degradación, volviendo a convertirse en oxigeno y favoreciendo el desarrollo radicular y el crecimiento vegetal.
La aplicación de agua ozonizada es más efectiva con niveles de materia orgánica bajos en las tuberías, temperatura del suelo y del agua baja y niveles de pH bajos, entre 6 y 7.
La degradación del ozono en oxigeno se produce aproximadamente a los 30’ de generarse en condiciones de agua sin materia orgánica, pH 7 y una temperatura del agua de 15º. Por este motivo el ozono ha de producirse en el momento y el lugar donde se precisa su acción desinfectante.